No es casualidad que Quentin Tarantino haya bautizado a la que dice ser su octava película como ‘The Hateful Eight’ (‘Los Odiosos Ocho’ en español). El ego del director norteamericano no tiene límites y vuelve a demostrarlo en el que en realidad es su noveno largometraje (‘Pulp Fiction’, ‘Perros de la Calle’, ‘Kill Bill’, Kill Bill Vol 2′, ‘Jackie Brown’, ‘Death Proof’, ‘Malditos Bastardos’ y ‘Django’ son las 8 anteriores), una pieza en la que volvemos a encontrar su esencia durante las casi 3 horas de metraje.

Algunos dicen que es más de lo mismo y que Tarantino está estancado, otros dicen que es fiel a si mismo, que no podría hacer otra cosa y que no es más que la culminación de un estilo. Como siempre tan aclamado como criticado. Para gustos, los colores. Personalmente, y sin considerarme el mayor fan de Tarantino, he de reconocer que disfruté de lo lindo con esta película en la que QT se muestra más inteligente y moderado sin perder un ápice de su personalidad.

‘The Hateful Eight’ es el segundo wéstern de Quentin Tarantino y una de las películas que más polémica ha generado antes incluso de su rodaje. La filtración del guión hizo enfurecer al director, que amenazó con no hacer la película. Finalmente la hizo, y la rodó en 70mm, un formato que tiene mayor calidad del habitual (35mm), pero que es más caro y apenas hay cines que puedan proyectarlo. A España solo ha llegado la versión digital, que viene con algunas escenas recortadas, y dura 6 minutos menos que la original.

La película nos traslada a Wyoming (EEUU), pocos años después de la Guerra de Secesión. Una diligencia avanza a toda velocidad atravesando las montañas heladas y tratando de escapar de la gran ventisca que se avecina. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, los ocho viajeros descubren que tal vez no lleguen hasta Red Rock después de todo…

Aunque la sinopsis pueda parecer complicada, la historia no lo es tanto. Poco a poco se van presentando los personajes y según avanza la cinta vamos conociendo más detalles de cada uno de ellos. Tan enigmáticos, como interesantes, todos guardan su propia historia y persiguen sus propios intereses. ¿Quién es leal a quién? ¿De quién fiarse? Algo extraño sucede en la posada de Minnie, lugar en el que los 8 quedarán atrapados por la ventisca durante dos días. ¿Qué sucederá?

Lo primero que llama la atención de la película es su cuidado aspecto visual, no es casualidad que Tarantino haya querido rodarla en mayor calidad. Las escenas exteriores lucen como nunca gracias a una impecable fotografía, y las escenas en el interior de la posada destacan gracias a la importante labor de diseño de producción; pero si algo destaca es el sonido, que bien le ha valido a la película 3 nominaciones a los Oscar. La banda sonora te introduce por completo en el género western, mientras el sonido de la ventisca se mete en las entrañas haciéndote sentir el frío que se representa en pantalla.

En ‘The Hateful Eight’ Tarantino vuelve a apostar por actores con los que previamente ha trabajado. Todos cumplen sobradamente en personajes tan variopintos como interesantes. Destaca por encima del resto la única mujer, Jennifer Jason Leigh, que ha sido nominada al Oscar como actriz secundaria. Entre ellos, Samuel L. Jackson y Kurt Russell realizan las interpretaciones más ilustres.

Estos ingredientes, sumados a los intensos diálogos y a los secretos que se van desvelando, consiguen mantenernos atrapados en la butaca durante las casi tres horas de película. ‘The Hateful Eight’ podría ser más corta, siempre se agradece, pero al menos no se hace pesada gracias a las sorpresas que nos depara el guion. Y si, en esta ocasión la violencia y la muerte también acabarán apareciendo…