Y quería empezar así, porque este es mi primer viaje como medio, en colaboración con Never Unpack, Renfe y la Diputación de Valladolid. Gracias a El Grillo Amarillo, por todas las oportunidades durante estos casi 5 años de colaboraciones. Y a la Renfe con este miniviaje tan especial. Así que, sin más dilación, empezamos nuestra aventura.
Hoy en el Grillo Amarillo, nos vamos a Valladolid. No es la primera vez que estamos, solo que, en esta ocasión visitaremos la historia, que ya les digo es una maravilla. Nos sumergimos en las conquistas, El Tratado de Tordesillas, reyes y reinas, guerras, asedios… Valladolid nos espera con misterio, fantasmas, paisajes únicos, y cómo no, una excelente gastronomía.
Nuestro viaje empieza a las 10:00 de la mañana en la estación de Renfe Chamartín, en dónde nos espera un tren que compartiremos con otros blogueros viajeros y otros consumidores del pack turístico. Todos, en colaboración con Renfe, disfrutaremos de un pack turístico en el que conoceremos la ruta del Tren Canal de Castilla. En este viaje, conoceremos el pueblo de Montealegre, visitando su castillo. También, daremos una vuelta en barco por el Canal de Castilla. Y, por último, terminaremos la visita en la Fábrica de Harinas de San Antonio del Canal de Castilla, una aventura al pasado, la tradición y la importancia de este producto en Valladolid.
Con puntualidad, salimos de la estación rumbo a Valladolid. En el viaje, no solo nos deleitamos de las preciosas vistas, sino, también, de la historia de Valladolid, de la mano de nuestro guía Agapito. Vallisoletano de pura cepa, Agapito hace que el viaje de una hora se pase volando. En el siguiente link les dejamos toda la información sobre los paquetes, las rutas, precios, etc. Gracias al guía observamos lo importante que es el trigo, o era, para la comunidad vallisoletana, al igual que el vino, que exportarían otras civilizaciones como los romanos. Todo, bajo el marco del Río Duero, que da ese sabor especial al vino, y que, debido a su gran caudal, sería de gran ayuda tener a los romanos para crear esas calzadas tan importantes.
Llegamos a Valladolid, dónde nos espera un autobús para llevarnos a nuestro próximo destino: el Castillo de Montealegre. En el trayecto, nuestra otra guía nos explica la importancia que la energía eólica está teniendo esta región y, también nos ayuda a conocer la historia del pueblo. En concreto, Montealegre de Campo cuenta con una población de 109 personas (en el 2019), aproximadamente. Un pueblo que conserva un poco la estética del pasado, con esos campos inmensos y el color marrón de los edificios. En muchas casas aún se conservan los escudos de las familias que vivieron allí.
“Isabel Téllez de Meneses, mujer de Juan Alonso de Alburquerque, que había sido valido de Pedro I, quien defendió el castillo. En 1365 murió el último Meneses, sin descendencia, por lo que el rey Enrique II donó todas sus posesiones a su hermano el conde Sancho.1”
El Castillo de Montealegre aguantó muchos asedios, siempre fuerte. En la actualidad, como muchos castillos, se ha podido conservar gracias a ser utilizados como silos. Por lo tanto, hoy en día sigue siendo una obra impresionante. A mí, que nunca había estado en un castillo de esas características, me enamoró desde el minuto uno. Aún se siente el fuerte poder de su reina, cuyo fantasma dicen que sigue vagando por los pasillos defendiendo a su castillo. Gracias a una animación, podemos recorrer el castillo “con el espíritu” de la reina y ver la caída de este emblemático lugar, junto a sus protagonistas.
Tras la visita al castillo nos toca comer. ¡Y qué rico estaba todo!, nos sirvieron varios platos, desde berenjenas, carne, un postre maravilloso… Todo ello en el Centro de Interpretación de Matallana. Es como comer en un pequeño castillo, justo al lado, de las ruinas de un monasterio. Una experiencia única. Con una cocinera maravillosa que contentó a todos los asistentes con sus maravillosos platos. Y todo bajo la temática medieval y junto a un buen vino, que nunca viene mal.
Ahora nos toca paseito en el barco por el canal. Precioso y relajante, aunque seguro que en primavera estará todo más florecido y será aún más bonito. Pero ya les digo, me quedé fascinada con el lugar. Y también, hay que tener en cuenta, que es una de las obras más importantes que se conserva hasta la actualidad:
“El canal de Castilla es una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de las realizadas entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX en España. Recorre parte de las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid en la comunidad autónoma de Castilla y León (España) y fue construido para facilitar el transporte del trigo de Castilla hacia los puertos del norte y de allí a otros mercados. Sin embargo, ante la llegada del ferrocarril, quedó obsoleto.”
Para terminar nuestra visita nos acercamos hasta la fábrica de harina que les comentamos anteriormente. Lo interesante, es que cuando cerró, se dejó todo tal cual estaba. Por lo tanto, parece que el tiempo no ha pasado por esta fábrica y podemos ver los procesos que se utilizaban. Además, teniendo en cuenta la importancia del trigo en esta región, ¿qué mejor forma de conocer Valladolid que a través de lo que fue su motor económico?
Espero que este miniviaje les gustara tanto como a mí. O incluso más. Fue una aventura corta, pero duradera, ya que la experiencia y todo lo que aprendí de manos de otros blogueros no me lo quitará nadie. Además, del trato amable de nuestros guías y de todo el equipo que hizo posible este viaje. Así que ya saben, no se lo pueden perder. Y a seguir viajando, soñando y conociendo. Nos quedan muchas aventuras.
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