Nuestra experiencia en La Cena de los Malditos

El pasado viernes celebramos Halloween de una manera diferente. El Teatro Bodevil, muy cerquita del Bernabéu, nos recibía a eso de las 21:30 con un breve pasaje del terror que consiguió aterrorizarnos más que muchos parques de atracciones. Una vez superado el susto, accedíamos al teatro en sí para maravillarnos con una preciosa y enorme sala perfectamente dispuesta con decenas de mesas para todos los asistentes.

Un teatro de la época franquista, que fue más tarde un lugar de encuentro de los masones y una discoteca, antes de reconvertirse en cabaret para ofrecer esta cena-espectáculo en la que todo es posible. La belleza del lugar, sumada a su historia, al impresionante montaje, y a los magníficos camareros conforman un ambiente perfecto en el que empezar a degustar la cena.

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Misterio de chocolate Bodevil y cañita crujiente rellena

Durante toda la función nos sirvieron con cuentagotas un menú degustación de 8 platos compuesto por entremeses ibéricos y quesos afinados, roll de tramezzini con queso gorgonzola, lacón y rúcula, tempura de verduras y polvo de especias, ravioli de marisco con salsa ligeramente picante, brocheta de parrillada con hortalizas, burguer de ternera lechal, queso de cabra y brotes tiernos con miel y mostaza, misterio de chocolate bodevil y cañitas crujientes rellenas. Todo estaba buenísimo, pero centrémonos en el espectáculo…

La función mezcla teatro, música, acrobacias y cabaret en un escenario que utiliza todo el espacio a su disposición para involucrar al público lo más posible en el show. Así, durante las más de dos horas de espectáculo, era constante habitual ver a los protagonistas atravesar las hileras de mesas, seducir al público, ofrecerles bebida o simplemente actuar a su lado.

La Cena de los Malditos 4

La obra combina momentos de música (voz y piano), bailes y acrobacias con una trama que narra la historia de un grupo de muertos vivientes conocidos como Malditos. El primer aspecto es impecable: las voces son simplemente espectaculares, los temas escogidos funcionan muy bien con la obra y son siempre conocidos por el público, y los bailes y acrobacias consiguen dejar al espectador completamente alucinado. Sin embargo, los diálogos no siempre son tan interesantes y a veces cuesta entender lo que están diciendo, factor que parte la función haciendo que en algunos momentos esta pierda algo de fuelle.

Una vez concluye el espectáculo, y ya con la barriga llena, las mesas desaparecen en cuestión de segundos para convertir el espacio en una discoteca con música en directo y mucha noche por delante para disfrutarla, ofreciendo así a los asistentes una noche completa sin salir de este hermoso teatro.

En definitiva, La Cena de los Malditos ofrece un show completamente nuevo en Madrid, que es capaz de competir con los mejores teatros, circos y festivales gracias a la calidad de sus actores, al montaje, al vestuario y a sus acrobacias, bailes y canciones. Una forma original de disfrutar de una noche diferente con buena compañía. Muy recomendable.

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