Una de las frases que aparece en el libro y que sin duda lo define, es aquella que en su día pronunció el líder del partido nazi Adolf Hitler “¡Qué suerte para los gobernantes que los hombres no piensan!”. Esta es la conclusión y la reflexión que se saca al leer este libro y ver la repercusión que tienen sobre España las decisiones que toma el club.

El club Bilderberg es una institución invisible para el público, formada por los dirigentes más importantes e influyentes del planeta, que reúne una vez al año para decidir el futuro de la humanidad. Este grupo comenzó su andadura en Holanda, pero actualmente está formado por dirigentes de todo el mundo, incluido de nuestro país. Juan Luis Cebrián (Presidente del Grupo Prisa Radio) es el único español que pertenece a esta institución, en la que también hemos visto como personajes muy destacables del ámbito publico español como la Reina Sofía, el ex-presidente del gobierno Jose Luis Rodriguez Zapatero y la actual vicepresidente del gobierno Soraya Sáez de Santa María acudían a sus reuniones.

Cristina Martín Jiménez, periodista e investigadora especializada en el club Bilderberg, escribe este libro tras el éxito de otras publicaciones suyas sobre el mismo tema como ‘El Club Bilderberg. Los amos del mundo’ (2005) o ‘Perdidos, los planes secretos del Club Bilderberg (2013). Sin embargo, esta vez va más allá incluyendo documentos desclasificados de la CIA y NSA.

Así, el pasado 2 de junio se publicaba el tercer libro de Cristiana Martín Jiménez sobre el club Bilderberg; una obra que narra las distintas relaciones que tiene España con este club. Se desarrolla principalmente desde la caída de la dictadura franquista, pasando la transición y la llegada al poder del Rey Juan Carlos I, llegando así hasta nuestros días, ya con Felipe VI como monarca y jefe de estado .

En este contexto, la autora toma una nueva perspectiva de algunos hechos muy relevantes en nuestra reciente historia. Por ejemplo, la figura de EEUU se vincula a un tema tan controvertido como el terrorismo de ETA;,que según este libro podría haber sido financiado por los americanos en algún momento de su existencia. Es especialmente llamativo el tratamiento que hace sobre el asesinato de Carrero Blanco, porque se sospecha que la CIA podía estar detrás del estallido del coche.

Meses antes del atentado, la embajada de EEUU en España declaraba que lo mejor que podía pasar es que «Carrero Blanco desapareciese de la escena”, y justo la bomba estalló junto al edificio de esta embajada. ¿No se cercioraron de la excavación? ¿O es que la CIA apoyó esto?

Resulta también muy chocante como Kissinger y en general los EEUU están muy pendientes de como se produce la coronación de D. Juan Carlos a la muerte del dictador Francisco Franco, estando a su vez minuciosamente pendientes de la gente de la que el nuevo monarca se rodea para asegurarse de que podrán llevar a cabo los objetivos que tienen para España. Aparece entonces una estrecha relación entre el nuevo Rey y los directivos del club, de los que se ayuda para llevar a cabo su principio de reinado.

Hotel de Bilderberg, Oosterbeek, Países Bajos — escenario de la primera Conferencia Bilderberg en 1954.

Estos son solo algunos de los hechos que se analizan en ‘Los planes del club Bilderberg para España’, un libro del que se saca la conclusión de que muchas son las ocasiones en las que el comportamiento de la sociedad está condicionado y manipulado por otras personas mucho más poderosas. También entran aquí las relaciones entre los distintos países extranjeros y España, que es utilizada en muchas ocasiones por las decisiones que este club toma sin si quiera ser consciente de ello por la sutileza de sus actuaciones.

Un libro con un gran carácter reflexivo y de crítica, tanto política como social, que nos hace conscientes de la manipulación que hay diariamente por parte de los magnates de las distintas empresas, con el único objetivo de conseguir lo que se proponen. Para demostrar esto, la autora se refiere a varias páginas web o artículos de periódicos de las diferentes épocas sobre las que habla, ofreciendo al lector un espacio para contrastar los documentos y de esta manera establecer una crítica más personal sobre lo que realmente ocurrió.