‘La chica danesa’, crítica

Este viernes se estrenaba en España ‘La chica danesa’, una película de Tom Hooper (ganador del Oscar por ‘El discurso del Rey’ y del Globo de Oro por ‘Los Miserables’) que narra la historia de una de las primeras transexuales de nuestra historia. Basada en la novela homónima de David Ebershoff, la película viaja a principios del siglo XX para contar la vida de un matrimonio danés formado por dos pintores: Einar y Gerda Wegener.

danish3Einar (Eddie Redmayne) y Gerda (Alicia Vikander) llevaban una vida corriente. Él era muy reconocido por su trabajo como paisajista en Copenhague, mientras ella sufría para dar salida a sus delicados y sugestivos retratos de mujeres. Un día, Gerda necesita ayuda para terminar un cuadro porque su modelo no ha venido, y le pide ayuda a su marido para que la sustituya. Él se pone un par de medias de seda, se calza unos zapatos de tacón, y se cubre con un vestido; lo que supone una increíble revelación…

Redmayne y Vikander, ambos nominados al Oscar por este papel, son protagonistas absolutos de esta película, aunque curiosamente, esas cosas que tienen los Oscar, han nominado a Vikander en la categoría de Actriz Secundaria, una pequeña trampa de la distribuidora para acercar aún más al premio a su candidata. ¿Qué por qué debería estar nominada como protagonista? Simplemente porque sale prácticamente el mismo tiempo en pantalla que el propio Redmayne, pero sobre todo porque esta historia no podría explicarse sin ella.

Volviendo al tema, estos dos actores sustentan todo el peso de una película dura, muy dura; en la que los sentimientos encontrados de ambos provocan un sinfín de emociones que alcanzan al espectador durante el visionado. ¿Cómo aceptar que realmente te sientes mujer? ¿Cómo decírselo al amor de tu vida? ¿Cómo asumir que tu marido ya no lo es? ¿Cómo vivir esta situación en la sociedad de aquella época? Son muchas sensaciones para dos personajes interpretados de forma magistral.

238549.jpg-c_640_360_x-f_jpg-q_x-xxyxxEddie Redmayne, ganador del Oscar hace un año por ‘La teoría del todo’ repite nominación en un papel muy adecuado para su persona. El conflicto que vive Einar durante su transformación a la que será conocida como Lili, es merecedor sin duda de esta nominación. Sin embargo, personalmente me quedé más sorprendido con la portentosa actuación de Alicia Vikander, que es capaz de meterse en un papel tan cambiante como el del propio Eddie.

Es una verdadera historia de amor que nos acerca a un colectivo que sigue muy castigado por la sociedad. ¿Sabían que en un total de 32 estados de EEUU se contempla la opción de que puedas ser despedido si eres una persona transgénero? ¿Y el 41% de las personas trans intenta suicidarse? ¿Y que esta película ha sido prohibida por “depravada” en los Emiratos Árabes, Jordania, Kuwait, Qatar, Oman y Bahrain? Las cifras son escalofriantes.

Tom Hooper, quien asegura haber llorado hasta tres veces con la lectura del guion, firma otro gran trabajo que, para mi gusto, merecía un puesto por delante de ‘El puente de los espías’ en la categoría de Mejor Película de los Oscar. No ha sido así para los académicos, por lo que ‘La chica danesa’ deberá conformarse con la pelea en las categorías técnicas e interpretativas.

 

LO QUE NO CUENTA LA PELÍCULA – SPOILERS

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Lili Elbe

«Basada en una historia real». Es una de las frases más de moda en el cine actual. Sin embargo, lo de «basado» podría sustituirse en muchas ocasiones por «ligeramente inspirado» o «mayoritariamente inventado». En ‘La chica danesa’ la película es bastante fiel a la historia real hasta el final, donde se inventa lo sucedido cuando cuenta como Lili muere en los brazos de su amiga y mujer tras someterse a una segunda operación para ponerse una vagina.

En la película parece que apenas pasen los años, y de hecho Lili muere con un aspecto bastante juvenil. Sin embargo, en la realidad a Lili le extirparon los genitales a los 50 años, momento en el que se divorció de Gerda, dejó la pintura y comenzó una relación con un pintor francés. Las complicaciones llegaron en la siguiente operación, cuando su cuerpo rechazó un transplante de ovarios, lo que provocó que se tuviese que operar hasta cinco veces. Un año después murió al intentar transplantarse el útero de una mujer joven en busca de la posibilidad de quedarse embarazada.

Antes de morir, el rey de Dinamarca anuló su matrimonio y Lili consiguió obtener legalmente un pasaporte con su nuevo nombre. Por su parte, Gerda se enteró de la muerte de Lili estando en Marruecos con su segundo marido, un diplomático italiano del que también se separó. Gerda volvió a Dinamarca donde murió en 1940.

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