Aprendemos todo lo que hay que saber para adentrarte en el mundo de los drones
El debate sobre la controvertida relación entre los drones y la protección de datos es uno de los temas de actualidad. Ante la incertidumbre sobre la barrera de lo legal y lo ilegal, lo seguro y lo peligroso, Juguetrónica a tomado la iniciativa y ha puesto en marcha una serie de talleres de drones que se impartirán a lo largo de todo este año 2019.
El pasado 31 de diciembre desde El Grillo Amarillo, acudimos a dicho taller para aprender algo más sobre el manejo, el mantenimiento y la legislación de estos nuevos inquilinos. Juguetrónica nace en 2003 como una pequeña tienda con la vocación de mostrar lo último en juguetes tecnológicos y gadgets originales. Diez años después cuentan con tienda online, marca de producto propio, más de 400 establecimientos en 36 puntos de venta en toda la Península Ibérica y un museo del robot único en Europa.
Esta compañía especializada en regalos tecnológicos enfocados al entretenimiento para tanto niños como adultos ofrecerá en su showstore desde el próximo 5 de febrero cursos para personas que tanto hayan adquirido su drone en dicho establecimiento como para aquellos que lo hayan hecho en otro punto de venta.
Para comenzar, hay que entender que un drone no es un juguete o al menos no un juguete cualquiera. Es necesario recordar algo tan obvio como la importancia de leerse el manual de instrucciones que viene con cada producto. Por otro lado, para dar un buen uso y mantenimiento de este aparato, es imprescindible conocer cada parte del drone y la preparación que necesita antes y después de un vuelo.
Otro aspecto muy importante es el conocimiento de la normativa y el entorno legal de vuelo. De forma muy simplificada, cabe destacar que no se puede volar cerca de aeropuertos, ni en los parques naturales, ni en zonas protegidas por otros motivos de seguridad. En algunos casos podremos volar en esos espacios mediante la solicitud de permisos especiales, pero en el caso de los aeropuertos esto no está permitido bajo ningún concepto.
En la nueva legislación que entró en vigor en 2017 resaltan la dura restricción relacionada con los aeropuertos y aeródromos, donde se podrá volar solo a una distancia mínima de 8 km. Otra de las medidas que se debe conocer es que no se pueden sobrepasar los 120 metros de altura sobre el suelo o sobre el obstáculo más alto situado dentro de una radio de 150 metros desde la aeronave. Importante recordar que se debe volar de día y en buenas condiciones meteorológicas, con la excepción de los drones de menos de dos kilogramos, en cuyo caso están permitidos los vuelos nocturnos siempre que no se superen los 50 metros de altura.
Pero, aunque parezca que la lista de restricciones no acaba, cabe destacar que las aeronaves de menos de 250 gramos pueden volar en ciudad y sobre aglomeraciones de personas y edificios, siempre y cuando no se superen los 20 metros de altura. Desde el boom del drone, la barrera legal no había sido claramente delimitada, pero conociendo y siguiendo estas claves para tanto el uso como el respeto a los demás ciudadanos, se conseguirá una experiencia óptima.
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