La alta gastronomía hace un llamamiento al champagne como aliado perfecto para la degustación de sus prominentes menús. Por ello, la reputada marca G.H. Mumm ha convocado esta semana la VII edición del encuentro culinario más sonado en los últimos años: «De la calle al cielo», celebrado en el Hotel Santo Mauro de la Calle Almagro de Madrid. Una cumbre que encontró el protagonismo de la comida y el champagne para acercar este último a la cocina del día a día.

El chef Ángel León termina su plato de caballa en adobo (foto EL PAÍS)

Para ello contaron con la presencia de chefs de la talla de Joan Roca, Diego Gallegos o los hermanos Torres, entre otros, con los que deleitarían a los presentes con una ristra de destellos culinarios. Con la idea de fusionar la alta cocina con el estilo Food Truck – tan de moda en estos tiempos –, Carlos Maldonado se dejó ver para preparar una de sus especialidades: bao de cochinillo. Un panecillo asíatico cocinado al vapor con unas jugosas láminas de cochinillo confitado.

El evento ha sido articulado en torno a tres puntos clave en la presentación de innovadoras propuestas culinarias. El primer espacio estaría dedicado a la cocina callejera, con la participación del flamante campeón de Masterchef, Carlos Maldonado; mientras que el segundo se centraría en las aptitudes de Diego Gallegos, chef revelación del Madrid Fusion. Y por último, en los más alto, el restaurante El Cielo abriría sus puertas para que Sergio y Javier Torres se luciesen en la elaboración de excelsos menús por un precio de 200 euros, previa reserva.

Pronto darían paso a la rueda de prensa para que tal elenco de altura tomase el protagonismo del encuentro. Y así lo hicieron, alabando la comida turca ya que «liga a la perfección con el champagne», según afirma Joan Roca. «Quiero agradecer profundamente la labor de Mumm para acercar esta bebida a la calle». También hubo lugar para reivindicaciones, comandadas por Diego Gallegos al defender «una propuesta sostenible en la elaboración de pescados fluviales».

Entre fogones y champagne, la Maison G.H. Mumm ha decido olvidarse por un instante de la Fórmula 1 para gustarse en un encuentro de gran excelencia gastronómica con la ciudad de Madrid como testigo privilegiado.