Este lunes teníamos la oportunidad de visionar ‘Bloodsucking Bastards’ durante el Sitges Tour que organizó la distribuidora A Contracorriente en Madrid. Escrita por Ryan Mitts y dirigida por Brian James O’Connell, esta película pretende convertirse en una sátira del despiadado mundo laboral, poniendo una oficina como único escenario en el que sucederán todos los acontecimientos.

Fran Kanz (‘La cabaña en el bosque’, ‘Mucho ruido y pocas nueces’) interpreta a Evan en el papel protagonista. Es un empleado obediente y sobrecargado de trabajo, atrapado en una empresa que le explota. Es el clásico prototipo del pringao que se mata a trabajar mientras su jefe no lo valora, su amor lo ignora y sus compañeros lo menosprecian.

En esta empresa todos se dedican a cualquier cosa excepto a trabajar, hasta que el jefe decide crear un nuevo puesto en recursos humanos que incentive las ventas de la empresa. Es el ascenso soñado de Evan, pero cuando casi lo estaba celebrando el jefe anuncia la contratación de su mayor enemigo en la universidad: Max (Pedro Pascal).

Lo que estaba siendo una comedia fallida, con constantes y estúpidas bromas, se convierte a la llegada de Max en una nueva película de vampiros con un toque gore absurdo donde la gracia brillará por su ausencia. El nuevo empleado se dedicará a convertir a los trabajadores en vampiros muy aplicados en sus labores para regenerar la empresa. Y como no podía ser de otra manera Evan tendrá que luchar por recuperar el orden natural de las cosas.

Sin mayores pretensiones que las de hacer pasar un buen rato, ‘Bloodsucking Bastards’ llegará a nuestros cines el 11 de diciembre. Lo mejor es que es bastante amena y que puede hacerte reír en un par de ocasiones, eso si, como no entres al juego que propone la película puedes salir del cine vomitando las palomitas.