por Marta Montojo | Abr 4, 2016 | Cine, Críticas
Si alguna vez han llorado de rabia, de pena, de emoción y de felicidad en diferentes momentos dentro de un periodo de 118 minutos, sabrán de qué estoy hablando. Llorar en el cine no es agradable, da vergüenza. Pero, si al encenderse las luces comprueba uno que un alto...