Droga Oral, ¿A favor o en contra?

“Para mi una es demasiado, y cien no son suficientes después de la primera”. Son las palabras de una de los protagonistas del documental ‘Droga Oral’, cuyo relato se construye a raíz de las declaraciones de personas que, en mayor o menor medida, han estado en contacto con las drogas “duras”.

Cartel Droga OralChus Gutiérrez presentaba este largometraje en el pasado Festival de Cine de Valladolid. Rompiendo con los actuales tabúes en el asunto, el documental da cabida a las voces discordantes que despenalizan el consumo de estupefacientes. Se trata de testimonios de personas corrientes, de todas las edades, ciudadanos de a pie que, como muchos otros, se han dejado llevar por la experimentación de estas sustancias hasta, en la mayoría de los casos, chocarse con la frontera de la adicción. Habiendo pasado por situaciones desesperadas para conseguir estas sustancias, se mantienen en la creencia de que la prohibición es parte del problema, y no de la solución.

Con ‘Droga Oral’, el espectador se convierte en conversador pasivo, escuchando a personas muy cercanas, hablar sobre temas que bien podrían surgir en una cena familiar o una comida de empresa pero, gracias a los tabúes de la sociedad, resulta impensable para muchos solo imaginar contarle a un jefe o a una suegra su experiencia con las drogas o incluso entrar a debatir sobre la legalización de las mismas.

Si “la curiosidad mató al gato” o no, solo lo saben ellos. Algunos dicen haber empezado por puro interés, por el misticismo de lo prohibido, ese “si las prohiben será porque algo bueno tienen”. Otros se remiten a la época, la recién entrada democracia, a cómo el Gobierno de Euskadi “prefería tener jóvenes drogodependientes que miembros de ETA”, a una reacción al moviMadridmiento de contracultura americano y, en definitiva, a los locos años 80. Un abanico de experiencias con desenlaces diferentes. Opiniones a favor, en contra, indiferentes acerca del consumo de las drogas, pero todas convergen en un mismo punto: la mente abierta. Sin juicios. Nada es bueno, nada es malo. ¿La única crítica? a las farmacias, a los fármacos recetados, las drogas “legales”, casi tan letales como las prohibidas.

Y para los que imitan a sus ídolos, los grandes iconos del cine y de la música, advierten: «del “sexo, drogas y rock and roll”, lo primero que desaparece es el sexo, luego el rock and roll, y al final te quedas con “drogas, drogas y drogas”.’ Sin duda, podríamos estar hablando de una campaña de sensibilización mucho más eficaz que las “antidrogas”, basada en argumentos reales que parten desde la propia experiencia. Y es que no hay mejor forma de ahorrarse un mal viaje, que habiendo recorrido antes las mentes de los viajeros.

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